Sí, la conocida serie televisiva, hace casi una década ya dejaba ver que el humor puede ser la puerta de muchas atrocidades.
La mejor
forma de tratar una realidad sin tener que dar explicaciones a determinadas
asociaciones en defensa de cualquier ámbito, es a través de la comedia. En este
sentido la historia está plagada de ejemplos donde bajo el barniz del humor
cabe todo tipo de crítica social. Un buen ejemplo de lo dicho sería el
largometraje “Tootsie” de Sydney Pollack, interpretado por Dustin Hoffman. En
esta película un actor no encuentra trabajo como hombre y, tras disfrazarse de
mujer para otro papel, alcanza la fama. “Con faldas y a lo loco” también
encierra una cierta crítica social, relacionada con el estudio de género donde
se atribuyen perfiles sexuales muy acentuados a cada uno de los actores que
participan.
Centrándonos
en este capítulo de “Aquí no hay quien viva”, podemos identificar a la
perfección muchísimos detalles que tratan de expresar distintivos sexuales a
cada uno de los géneros. Dentro de estas diferencias atribuidas a los
personajes podemos clasificarlas en distintas categorías:
- DISTINCIONES AFECTIVAS
Se asigna un carácter más duro al hombre heterosexual
en la manifestación de sus afectos que a los homosexuales.
Ejemplos:
El padre del portero le recrimina los besos de su hijo (“ya está bien de besos”) frente a la actitud cariñosa de Mauri y
Fernando en la reconciliación del final. Para estos dos personajes hay un
especial toque de sensibilidad, tratado con ironía, cuando una señora mayor
dice que si son gays tendrán plantas. Esta afirmación toma valor al ser dicho
por la misma que tiene un perro al que cuida con mucho mimo.
- DISTINCIONES LABORALES
En este marco se le asigna el trabajo duro a los
hombres frente a trabajos de oficina o trabajo en su casa de las mujeres.
Los
señores que hacen la mudanza son tipos recios mientras que Lucía trabaja en el
holding del padre. El chico del videoclub es potencialmente director de cine
mientras Belén y su amiga están en paro. El portero es chico y realiza tareas
manuales mientras Juan, el presidente, es maestro de educación física y su
mujer se ocupa del hogar pero, ante la pregunta ¿Paloma, usted en qué trabaja?,
realizada por Lucía, Paloma responde “mi marido es maestro (...)”. Este tópico
sexista de mujer mantenida por marido aparece en la misma conversación referida
al novio de Lucía. Tras conocer Paloma que dibuja cómics le espeta “¿o sea que
lo mantienes?”. Aquí se vislumbra la condición asimétrica que hay respecto a
los roles de hombres y mujeres, ya que está mal visto un hombre que trabaja en
casa.
El caso
de Mauri refleja a la perfección el rol asignado al gay culto que trabaja en un
bufete de abogados.
- DISTINCIONES
DE PERSPECTIVAS SOCIALES
Para Paloma es importante saber si Lucía está casada
y tendrá niños como máxima aspiración en la vida. También remarca que su futuro
está lejos de ese piso, en un chalet en la playa, en otro estatus social
diferente al que aglutina todos los vecinos.
Para el
chico del Videoclub es necesario hacer extensible que tiene novia y roba la
foto de Lucía.
- DISTINCIÓN
DE ROLES EN EL HOGAR
Paloma cocina, Juan espera en la mesa, Lucía limpia y
su novio sube la TV. Son algunas imágenes que nos hacen volver a años muy
pretéritos donde el papel del hombre y la mujer estaba encorsetado como se
muestra en la serie. Para acentuar estos ejemplos, Concha, la dueña del piso de
las dos chicas, les dice: “limpiad guarras” como imperativo personal por su
condición de mujeres.
Si
tenemos en cuenta como hábitos propios del hogar aquellas responsabilidades
propias de un señor divorciado para con su hijo, es evidente que el rol del
hijo de Concha nos muestra el egoismo propio de un padre que solo piensa en la
busqueda de su bienestar (salir a tomar una copa, conseguir ligues de una
noche).
- DISTINCIONES POR CUESTIONES DE EDAD Y SEXO
Queda muy remarcado el hecho de que las mujeres de
una edad mayor que Lucía, casadas, solteras o viudas, se interesan más por la
vida de los demás que por su propia vida. Esta etiqueta se repite
permanentemente durante el capítulo y, a diferencia del padre del portero que
va a lo suyo, pone de manifiesto un claro sesgo sexista.
Toda la
clasificación está trufada de referencias sexista desde el inicio hasta el
final. ¿Por qué no molesta a nadie y tuvo gran éxito de audiencias? Humor,
comedia y reparto de agravios para todos, hombres y mujeres. De esta manera
inteligente la serie podía ser vista por mujeres y hombres sin ningún tipo de
problemas. Según datos de 2005, algunos
capítulos alcanzaron más de 7 millones de teleespectadores (40,8% share).
Solamente fue superada ligeramente por partidos de clasificación de la selección
española. El total de los 90 capítulos emitidos no bajaron del 31,6% de share.
PUERTAS
ABIERTAS
En referencia a los elementos de cambio para la
situación de las mujeres, el bloque de viviendas constituye un gran crisol
donde conviven el pasado, el presente y el futuro.
El pasado
añejo, exagerado, cotilla y “metomentodo” de las señoras mayores y Paloma por
“radio patio”; el presente de las dos chicas que se levantan a las doce de la
mañana, porque han salido a ligar y tienen que buscar trabajo más Lucía con su
trabajo estable y su novio no; el futuro, representado por la hija de Juan el
presidente, que no se asusta de ver a Rubén desnudo en la escalera ni le llama
la atención apenas, ya que con un “bonito culo” queda reflejado que esos
aspectos están superado por las mujeres actuales. Por el contrario la soltera
que dice que es la primera vez que ve un pene remarca el pasado al que hacíamos
referencia.
Otra
marca de futuro a destacar es la ruptura del tópico, donde la mujer representa
el trabajo intelectual y de oficina, al mostrar a Lucía rompiendo la puerta
(trabajo mecánico y propio de hombres, Juan lo intenta).
En
definitiva un excelente producto, idóneo para valorar los cambios que se han
producido en nuestra sociedad desde hace unas décadas y que, bajo el prisma de
la risa fácil, nos hace disfrutar de un enmarañado mundo de tópico sexuales,
exagerados y llevados hasta límites extraordinarios. Poniendo en una balanza
los agravios sexuales por género, está claro que los referentes a la mujer se llevan
la peor parte, a pesar de que el número de actrices y actores es practicamente
el mismo. Analizar esta última apreciación nos llevaría quizás muchas mas
líneas que las escritas hasta ahora.
P.D.: ¿No será que es más sexista de lo que pensamos y el
humor no nos lo deja ver?
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