Da igual el tiempo que tenga este artículo. Sigue vigente.
Desde el documental del polifacético Michael Moore, “Bowling for Columbine”, no se había hecho una crítica tan feroz como realista de algunos aspectos de la vida norteamericana.
Entonces se hablaba del despropósito que supone estar armado hasta los dientes
por si acaso. Esto es, defensa a ultranza preventiva. Muchos fueron los que
sonrojaron, y asociaciones legendarias como la del rifle salieron en los medios
para quejarse. El caso que nos ocupa es
similar en varios aspectos:
1. Se critica una parte de la sociedad
americana que vive bajo el paraguas omnimodo de una institución: la Iglesia. (En el caso de Moore, el Estado)
2. La Fama del evento distribuido en los
medios sobrepasa las fronteras de los USA. (Padre de Familia y Bowling for
Columbine se han visto en medio mundo con reconocimientos en el otro medio).
3. El origen de las críticas proviene de
grupos de dudosa moralidad objetiva. Ni los chicos de los rifles con Heston a
la cabeza, ni estas familias “pseudocatólicas” pueden presumir de tener un
actitud impía y defensora de los derechos humanos pero...
Son
grupos extremadamente poderosos. Hasta tal punto los son que han condicionado
el sistema educativo americano. Personalmente soy profesor de secundaria y
algunos años impartí biología en el último curso de la enseñanza obligatoria.
Ahí se estudia la evolución de las especies. Darwin es universalmente estudiado
menos en los USA. Allí triunfa el Creacionismo. Una teoría que cree que todo lo
creó un dios y que las mutaciones y cambios de las especies no están en sus
planes. Cuando aparecen fósiles que solucionan problemas de datación de
especies se quedan callados. Cuando desaparece una especie es porque su dios
así lo ha decidido. Es tal el colmo de los despropósitos que parece mentira que
grupos de presión cristianos hayan conseguido esta barbaridad. Lo peor no es
eso. Lo peor es conseguir que su sociedad lo crea y defienda.
¿Se
puede luchar contra estos grupos de presión? Y si así fuera, ¿quién podría
vencerles?
Sí se
puede pero el único elemento que puede vencerles se llama Dólar. Hemos
estudiado que los conflictos entre las organizaciones mediáticas y su creativos
surgen cuando las tendencias políticas interfieren con las libertades de
expresión de los individuos. En este caso interfieren de forma brutal. Murdoch
es un emperador mediático republicano y MacFarlane, creador de la serie, un partidario del candidato demócrata
Barack Obama.
¡A la calle señor Macfarlane! Le dice la mitad
de Murdoch a su otra mitad. ¡Espere un momento, siéntese señor Macfarlane! Le
responde la mitad que sabe de los problemas en el Reino Unido y de la crisis
global que rodea a los medios. Ambas mitades se sientan a pensar la repercusión
mediática de la serie, las amenazas de los grupos de presión, las
felicitaciones de la audiencia y, de repente, Macfarlane pone sobre la mesa
todas las facturas que la Fox debe pagar cada día. Vivir de la publicidad no es
su único estilo de vida. Las televisiones de pago viven de su calidad y esto
las hace más libres.
¿Y si mi calidad de contenidos riñe con mis
principios ideológicos?
Entra en acción el señor Dólar. Los medios son empresas
y como tales procuran la obtención de beneficios. Los principios son para después
del trabajo (deben pensar).
Las audiencias están empezando a ser
conocedoras de la fuerza que tienen. También están recibiendo señales de que se
les escucha y atiende. Se organizan rápido y las nuevas tecnologías juegan a su
favor. En recientes fechas lo vivimos en España con agrado. “La Noria” de Tele5
llegó a ofrecer publicidad gratuita porque veía que el barco se hundía. La Fox
no puede hacer caso a injurias dirigidas, por mucho que sean de la línea de
pensamiento de su patrón, porque los que pagan a su patrón son otros y muchos,
y se llaman Audiencia, y de apellido Dólar.
Esto respalda la continuidad de la serie que se
atreve a sacar contenidos relacionando a McCain con los nazi. ¿Acaso no es
mayor el número de republicanos que los de las familias cristianas? ¿No supone
un reto a parte de la Audiencia?
La clave se encuentra en el Humor Satírico “por
igual”. Estas son las explicaciones de un representante de la serie. “El show
ofende en igualdad de oportunidades”. Cierto es que tensar la cuerda supone
aceptar que se puede romper pero los creativos son más listos que todos esos
grupos de presión. Una de cal y cinco de arena puede ser un “por igual” que
supere la ira del jefe y la audiencia. Mientras la fórmula funcione y la caja
(no de Pandora sino registradora) no deje de sonar, ya pueden quejarse todos
esos grupos porque su grito será como pregonar en el desierto.
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