El Calentamiento Global ya está en todas partes.
Los medios deben poner atención en el tipo de especialistas que deben redactar e informar sobre este asunto porque no solo es juntar palabras.
Los medios deben poner atención en el tipo de especialistas que deben redactar e informar sobre este asunto porque no solo es juntar palabras.
Las
características de la información medioambiental deben cumplir los siguientes
requisitos:
- Manejar
el lenguaje técnico específico y tener base académica sólida.
- Disponer
de suficientes fuentes de información con intereses contrapuestos.
- Ser
capaz de analizar y hacer inteligible para el público los contenidos
técnicos con ejemplos prácticos de fácil comprensión.
- Proporcionar
una informacíon que, más allá del puro aspecto comunicativo, transcienda
en la labor de sensibilización y creación de una conciencia ambiental.
Pasamos a analizar uno a uno cada ítem.
- Manejar el lenguaje técnico
específico y tener base académica sólida.
En primer lugar quisiera exponer que soy Químico Industrial
especializado en temas medioambientales y concretamente en contaminación de
aguas. Conozco bien lo que sucedió en Aznalcollar y valoro muy positivamente el
tratamiento de la información del texto aunque haya detectado algún punto
susceptible de haber sido explicado más y mejor.
Desde
el tratamiento puramente químico, conviene recordar que muchos de los metales
que fueron diseminados en estos lodos, muy contaminantes y perjudiciales para
la salud, no aparecen en todo el texto. Tampoco se explica la solución de
bombear las aguas ácidas para su neutralización y sus consecuencias. En este
punto se debe aclarar que era la única solución y que dicha reacción química no
sería grave ya que sólo aumentaría la salinidad de las aguas.
Adentrándonos
en el cariz comunicativo, en el texto se hace referencia a que “la prensa libre española no tiene la
especialización suficiente en ciencia y medio ambiente como para denunciar
estas maniobras”. La especialización en Medio Ambiente requiere un
amplísimo abanico de conceptos técnicos conformados por muy diversas
disciplinas. De ahí la dificultad de esta especialidad. Como ejemplos
citaremos: conocimientos de electricidad para hablar de biomasa, de biología
para hablar de ecosistemas, de física para energía eólica, de química para
contaminación y termodinámica para asuntos relacionados con biogas y vertederos
controlados.
El titular de El
País titula del domingo 26 de abril: “La rotura de una presa con agua ácida causa
un desastre ecológico en Doñana” es tan inexacto científicamente como poco
riguroso en las consecuencias de un vertido de aguas ácidas (mucho menos graves
que las producidas).
El
periodista especializado no debe saber de todo esto, pero si ser capaz de
contrastar con libros, internet u otros recursos, humanos o materiales, la
informacion recibida para saber, en primer lugar, si no se trata de un
disparate. De esta forma echo de menos que alguien preguntara a César Nombela,
quien más declaraciones realizó por parte del CSIC, ¿qué pinta un experto en
genética microbiana como usted en un problema puramente químico?.
Siguiendo
las pautas vistas en clase, y para casos díficiles como el que nos ocupa, es
necesario recordar la necesidad de una clara vuelta al concepto de periodismo
especializado. Éste consolida la labor del profesional formado en la universidad y con una experiencia
profesional previa distinta de la actividad periodística.
- Disponer de suficientes
fuentes de información con intereses contrapuestos.
El texto nos lleva de unas fuentes primarias a otras
sin saber bien a cuál obedecer. El mismo Delibes reconoce que los ecologistas
tenían razón.
Para
tratar de suplir las deficiencias técnicas que puede tener un periodista
especializado (parcialmente) es conveniente recurrir, como apunta Inmaculada
Chacón Gutiérrez en Documentación para el Periodismo Especializado, Revista General de Información y
Documentación Vol.11-2 2001: 33-60, a diversas fuentes oficiales
(Administraciones Nacionales y Autonómicas y Universidades), privadas (ONGs y
Asociaciones Profesionales), Centros de Investigación y Documentación (CSIC y
CIEMAT).
- Ser capaz de analizar y hacer
inteligible para el público los contenidos técnicos con ejemplos prácticos
de fácil comprensión.
No es fácil analizar la información recabada de las
fuentes primarias ya que hay muchos intereses económicos, sociales y, sobre
todo, políticos. La ingente cantidad de informes durante los primeros días
tampoco ayudaban a este análisis. Para sortear esta dificultad se debe ampliar
el número de fuentes a consultar conociendo su orientación política y el perfil
profesional del interlocutor. Muchas de las discrepancias del texto se basan en
si la contaminación se produjo en el parque o en “las puertas del parque”.
Cualquier especialista en Geología o Química podría haber resuelto este dilema
con una simplicidad absoluta. El paraguas del CSIC era demasiado grande como
para contradecirlo.
Ángel Martín Municio, bioquímico y presidente de la
Real Academia de la Ciencia, en su declaración en El Mundo lo deja claro y sencillo:
Cualquier análisis de las tierras afectadas también detectará (metales pesados)
durante decadas”. Esto es simplificación acercada al ciudadano. ¿Tan difícil
era decir que Doñana, su subsuelo, es como una esponja donde independientemente
de donde metas contaminación puede trasladarse a cualquier parte de esa
esponja? No era difícil. Lo complicado era que la apisonadora política con
ruedas CSIC no pasara por encima como Nombela hizo con Delibes. Delibes explica
de otra forma lo de la esponja y Nombela desmiente sin fundamentos ni
preparación. Los medios lo reproducen pero, y aquí está mi inocente
indignación, no publican la calidad científica de uno y otro. Esto hubiera sido
revelador para cualquier persona no entendida.
La
esponja explica Doñana de forma sencilla. Esto es lo que llega al público y el
periodista debe tratar de analizar o buscar quién pueda facilitarle esta labor.
Incluso aquí la prudencia y la diversidad de fuentes debe ser escrupulosamente
vigilada.
- Proporcionar una informacíon
que, más allá del puro aspecto comunicativo, transcienda en la labor de
sensibilización y creación de una conciencia ambiental.
Los gabinetes de prensa alimentaron los medios y
“facilitaron” la tarea de muchos periodistas. Quizás debe promoverse, en esta
especialización Mediambiental, la necesidad de preguntarse siempre ¿qué
consecuencias inmediatas y a largo plazo conllevará la acción sobre la que se
informa? y ¿cómo contribuyen estas acciones al desarrollo del ser humano?
Aplicando estas dos cuestiones de forma didáctica, el periodista especializado
estará realizando una de las tareas más importantes y gratificantes de su
tarea: formar, crear conciencia crítica y sensibilizar (además de informar que
ya se le presupone).
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